27 septiembre, 2021
Secom nos presenta sus novedades en iluminación industrial para profesionales para la industria agroalimentaria.
La industria agroalimentaria es de vital importancia ya que permite el desarrollo de la población que vive en zonas agrícolas. Por este motivo, la iluminación de la industria agroalimentaria tiende a ser muy específica debido a sus requerimientos concretos. Las luminarias a emplear deben cumplir una serie de características técnicas muy específicas, diseñadas para prestar un servicio óptimo con el fin de conservar los alimentos. Todas sus especificaciones y funciones están orientadas a garantizar su durabilidad durante largos periodos de tiempo en condiciones adversas.
Hay múltiples factores a la hora de planificar un proyecto de iluminación en almacenes de alimentos y producción agrícola que no pueden ser ignorados, ya que, de ser así, podría ocasionar una serie de consecuencias irremediables en los productos.
Los espacios donde se trabaja la con productos agroalimentarios mantienen, en ocasiones, una temperatura baja, por lo que las luminarias deben ser resistentes a este tipo de ambientes.
Además, por razones de salud y seguridad, se deben emplear accesorios que no contengan materiales tóxicos. De esa manera, en caso de rotura, los alimentos que se procesan no se contaminarán con los componentes de dicho accesorio.
Afortunadamente, las luminarias LED empleadas en este sector no contienen sustancias nocivas. Por lo tanto, son ideales para el procesamiento de alimentos.
La higiene resulta básica para el correcto manejo de los alimentos y su conservación en perfectas condiciones. Existen una serie de requerimientos y pautas a seguir para garantizar que no se produce ningún tipo de contaminación en los productos. En este aspecto, la iluminación juega un papel importante para mantener los espacios con las mejores condiciones de higiene y salubridad.
Una buena instalación de iluminación debe permitir que las personas que trabajan en el lugar puedan apreciar hasta las motas de suciedad más pequeñas.
Este factor afecta directamente a la calidad de la mayoría de los procesos en la industria alimentaria, ya que, en este sector, es absolutamente necesario mantener cierta temperatura a lo largo de todo el proceso y no interrumpirla. Por ello, las luminarias deben mantener un correcto funcionamiento en un amplio rango de temperaturas.
En la mayoría de las labores de procesamiento de alimentos son necesarias temperaturas frías. Estas son, en muchos casos, el resultado de la refrigeración y otros métodos de conservación destinados a aumentar la vida útil de los productos alimenticios que se procesan.
Por eso, las luminarias a instalar deben ser resistentes a los efectos de las temperaturas más frías. Las luminarias LED son las que mejor funcionan en estas condiciones, a diferencia de otras fuentes tradicionales de iluminación como, por ejemplo, las luminarias incandescentes y fluorescentes.
Las condiciones ambientales también influyen en el desempeño de las tareas y los procesos de la industria agrícola y de la alimentación. Las empresas ligadas a este sector deben obtener una licencia de impacto ambiental favorable para su actividad.
En este aspecto, también se debe garantizar el uso de luminarias que estén fabricadas con materiales no contaminantes que no puedan perjudicar los procesos.
Con el fin de garantizar que el proceso se lleva a cabo con la máxima seguridad, las luminarias deben mantener unos requisitos técnicos muy específicos en función de la zona y del proceso a iluminar.
Para prevenir la contaminación de los alimentos, las luminarias, al igual que el resto de superficies de la instalación, deben estar preparadas para ser lavadas y desinfectadas de forma habitual, sin que eso produzca ningún tipo de reacción nociva. Como los lavados se llevan a cabo a veces con vapor a alta presión, los requisitos de estanqueidad son claves.
En este sector, resulta esencial que las luminarias puedan ser limpiadas y reparadas de manera sencilla. Además, su forma debe estar pensada para que no queden en ellas los restos de los alimentos, ya sea en pequeños recovecos o esquinas. Por tanto, las luminarias deben ser planas o, en el caso de que diseño tenga curvas, estas deben ser muy suaves. Así los residuos se pueden eliminar fácilmente reduciendo los costes de mantenimiento.
Dado que las instalaciones agroalimentarias suelen variar sus temperaturas en cámaras frigoríficas entre los -20 grados centígrados hasta los 15 grados, aproximadamente, las luminarias deben estar preparadas para resistir estos rangos.
Gracias al uso de luminarias LED, podemos emplear una serie de sistemas de regulación para adecuar el flujo luminoso de las luminarias, así como la posibilidad de incorporar ópticas secundarias que permitan redirigir o concentrar el haz de luz. De esta forma, las instalaciones agroalimentarias disponen de herramientas ajustables capaces de proporcionar los niveles de luminiscencia adecuados en cada momento.
SECOM dispone de una amplia variedad de luminarias que cumplen con los más altos estándares de calidad, pensados para las instalaciones de producción agroalimentaria.
La iluminación de la industria agroalimentaria debe contar con dispositivos que contribuyan a la optimización de la producción, así como su seguridad y su conservación. En el caso de las luminarias LED de SECOM, cuentan con todas las características necesarias para ello, dada su adaptabilidad, durabilidad y resistencia. Además, contribuyen al ahorro de energía y, por tanto, a una mayor rentabilidad empresarial.