Incontables gotas de lluvia han caído desde que el ser humano aprendió a construir pequeñas cabañas donde guarecerse de los elementos y se limitaba a encender un fuego para cubrir sus necesidades visuales cuando carecía de luz natural. Las técnicas arquitectónicas y de iluminación han evolucionado enormemente desde entonces, gracias a aportaciones tan importantes como pueden ser las realizadas por Frank Lloyd Wright o Richard Kelly, hasta el estado actual, donde la luz artificial ha dejado de verse como una simple herramienta utilizada exclusivamente para proveer la cantidad de luz indispensable que permite ejecutar una actividad funcional.
En el presente, diferentes disciplinas han convergido hasta confeccionar una iluminación arquitectónica que va mucho más allá de lo funcional y que ha adquirido dotes artísticas que le permiten interactuar con nuestra capacidad sensorial. Las nuevas tecnologías han ampliado las posibilidades de la iluminación arquitectónica ofreciendo múltiples alternativas con las que iluminar la arquitectura, que la incorpora en su fase de estudio y la introduce en el concepto de diseño como parte importante del mismo. Por tanto, hablaremos de las técnicas actuales de iluminación arquitectónica estudiando primero la psicología de la percepción que define como nuestro cerebro interpreta los estímulos visuales, analizaremos la luz como elemento constructivo y la influencia de la luz en nuestra percepción sensorial, enumeraremos los diferentes métodos de iluminación y veremos como al aplicarlos conseguimos modificar los espacios, formas y volúmenes arquitectónicos.
En la psicología de la percepción lo más importante es como nuestro cerebro interpreta la información, ya que transforma los estímulos visuales recibidos y construye sus propias imágenes. Para poder elegir entre todas las posibilidades y métodos de iluminación deberemos tener un conocimiento previo de cómo nuestro sentido de la vista percibe nuestro entorno.
No se puede definir el funcionamiento de la percepción con un único principio, a continuación se muestran los ejemplos más significativos:
![]() Mediante el contorno, o evidencia de detalles esenciales, se percibe la forma completa. |
![]() La forma tridimensional se puede identificar tan solo observando la sombra del objeto. |
![]() Existen mecanismos de corrección sobre la deformación en perspectiva que hacen que se perciban todas las elipses como un mismo tamaño. |
![]() Los elementos dispuestos cerca de otros pasan por proximidad a percibirse como un único elemento. |
![]() Dos líneas paralelas, aunque discontinuas, muestran un espacio de anchura regular. |
![]() Por simetría, la inclusión de los 2 rectángulos hace que la disposición regular de círculos se convierta en 2 figuras diferenciadas. |
![]() Por homogeneidad en la disposición espacial, objetos de diferentes tamaños se agrupan en una única forma poligonal. |
De manera que el conocimiento de cómo una persona interpretará los estímulos visuales permite realizar una iluminación arquitectónica capaz de manipular sensaciones y transmitir aquello que el diseñador del espacio arquitectónico pretende, centrando la atención del observador allí donde se requiera o deformando virtualmente lo que se observa.
Dada la influencia que tiene la luz en nuestra percepción sensorial y la capacidad de manipular la interpretación que realiza nuestro cerebro , se puede considerar a la luz como un elemento etéreo sin cuerpo físico y sin embargo forma parte de la arquitectura integrándose como otro más de los elementos físicos constructivos de los que esta se compone. La arquitectura debe transmitir emociones y es en esta transmisión donde la luz juega un papel fundamental. Así lo entendía Le Corbusier, uno de los padres de la arquitectura moderna, al expresar frases como:” La arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de los volúmenes bajo la luz”.
Tan solo modificando la iluminación podemos reinventar los espacios influyendo en la percepción arquitectónica. La luz puede ampliar o reducir espacios. Con la luz se establecen conexiones o delimitación de zonas. Podemos acentuar o disimular objetos. También se modifican alturas y anchuras. Todo ello sin necesidad de variar el espacio físico. A través de la luz se puede manipular la percepción del observador dirigiéndole la mirada y conducirle por donde puede transitar de forma segura. Desde la inclusión de los sistemas de control de iluminación, con tan solo pulsar un botón se puede modificar el ambiente y adaptar la atmósfera de un mismo espacio. Así ofrecemos la posibilidad de realizar en él diferentes actividades con requerimientos lumínicos muy dispares.
Diferentes iluminancias constituyen zonas funcionales al encaminar la mirada jerarquizando espacios. Una baja iluminancia podría ser un buen punto de partida para después acentuar los elementos arquitectónicos que nos interese remarcar. Por el contrario, una superficie iluminada uniformemente se presenta con un aspecto monótono.
La iluminación vertical requiere una mención especial. Posiblemente sea el componente de la luminotecnia que guarde más estrecha relación con la arquitectura. La iluminación vertical está en contraposición con la iluminación horizontal convencional que es el resultado de la planificación estrictamente funcional. La percepción de los espacios suele quedar relegada a un segundo término, imponiéndose la tarea visual horizontal. La iluminación vertical no es simplemente un complemento y debe tenerse muy en cuenta a la hora de diseñar el concepto arquitectónico. Unas paredes iluminadas ofrecen una impresión exacta del espacio al estructurar sus límites y dar una sensación de claridad, ya que la psicología de la percepción nos dice que nuestro campo visual vertical constituye el 80% del total, quedando el 20% restante para el horizontal. Los rostros se hacen más perceptibles recibiendo un aporte de luz equilibrado. Esto es debido a la presencia de una mayor cantidad de luz difusa. El bañado vertical uniforme tiene un fuerte componente estético resultado de sumar la delimitación del espacio al uso de las paredes como superficie neutra donde colocar los objetos. Sin embargo, si en lugar de utilizar un bañado vertical uniforme se opta por utilizar una sucesión de haces de luz puntuales, se obtiene un ritmo provocado por los contrastes entre luz y sombra. En la iluminación de exteriores nos sirve para enfatizar los hitos y convertirlos en visibles a una gran distancia. Hecho que redunda en una mayor seguridad mejorando la asimilación del espacio que nos rodea. En este aspecto se ha de mitigar la posible deriva de luz directamente hacia el cielo, llamada contaminación lumínica, y siempre se deberá cumplir con la normativa vigente en la zona. La iluminación vertical también es de gran importancia en aplicaciones publicitarias donde se desea despertar interés por anuncios o escaparates.
Panorámica de la Iglesia de Santa Catalina, Hamburgo – Alemania
El uso del color es otro punto a tratar de forma singular. El color es un elemento significativo en la percepción visual y nos aporta múltiples medios para remarcar, acentuar o modificar el ambiente. Los contrastes cromáticos aumentan los contrastes de luminosidad, y viceversa, los contrastes altos de luminosidad aumentan los contrastes cromáticos. Aunque debemos diferenciar entre color de la luz y luz de color. Se denomina color de la luz al color irradiado por una fuente de luz y para describirlo se usan variables como temperatura de color o reproducción cromática. Los colores de luz cálidos se utilizan en entornos relajados con iluminancias bajas y utilizando haces de luz puntuales. De esta manera se pretende imitar la iluminación nocturna a la que nuestro cerebro está acostumbrado y con la que nos sentimos cómodos. No existe ambiente más cómodo y relajado que la reunión alrededor de una chimenea o la lectura de un libro a la luz de una vela. En el extremo opuesto, los colores de luz fríos se aplican a la iluminación uniforme con iluminancias altas en espacios donde se realizan actividades enérgicas. Con esta combinación se pretende simular la luz diurna en la que el cielo es azul y el sol brilla con fuerza.
La luz de color se consigue mediante un proceso aditivo en el que se combinan emisiones de luz de los 3 colores básicos rojo, azul y verde, para conformar cian, magenta y amarillo. El color se define a través de la saturación y la luminosidad.
Otro elemento a añadir es el color propio. Cuando se ilumina un objeto se da una interacción entre el color de la luz y el color del propio objeto pudiendo intensificar o disminuir el efecto cromático deseado. Sobre todo en interiores se ha de tener muy en cuenta las características de las superficies porque su color y textura pueden modificar totalmente el efecto de la luz.
La luz juega con la inteligencia sensorial y manipula la percepción de los volúmenes, distancias, o formas. Veamos entonces las herramientas de las que disponemos para jugar con los sentidos hasta conseguir implementar la atmósfera deseada.
Se pueden definir cuatro grandes grupos abarcando desde la iluminación básica, la iluminación de inundación que sirve de fondo para realzar un punto determinado mediante la iluminación de acento, hasta la iluminación de orientación:
La iluminación básica con distribución luminosa uniforme a base de haces de luz extensivos. Dicha iluminación posibilita la percepción del plano de trabajo horizontal. Distinguiremos entre “Luz directa difusa” ausente de sombras y reflejos, y “Luz directa dirigida” con un equilibrio entre uniformidad y brillo. La iluminación directa se distingue por su eficiencia energética, ya que se aprovecha todo el flujo lumínico de la luminaria.
Lufthansa, Frankfurt – Alemania
La iluminación de inundación ilumina grandes espacios. Utilizando haces de luz extensivos generamos amplitud y delimitamos espacios. El inundado de paredes forma parte de la iluminación vertical y contribuye de manera decisiva en la impresión de claridad del espacio. También lo utilizaremos para crear perspectivas acentuando la diferencia de iluminancias entre el primer o segundo plano.
Palacio de Benrath, Düsseldorf – Alemania
La iluminación de acento a través de haces de luz intensivos realza un objeto mediante el elevado contraste que genera en el entorno. Así llamamos la atención del observador y provoca que su inconsciente asuma la mayor importancia de dicho objeto con respecto a su alrededor.
US Air Force Memorial, Arlington – USA
La iluminación de orientación se caracteriza por la creación de trayectos a base de puntos o líneas de luz que se comportan como una señal. Este método de iluminación es muy importante ya que interviene decisivamente en la seguridad. Se consigue destacar del entorno mediante el contraste de iluminancia elevado, o por el contraste del color.
Hotel del Castillo Wheissenhaus, Wheissenhaus – Alemania
La irrupción de la tecnología led en la luminotecnia ha revolucionado la iluminación arquitectural. En el campo del color ofrece unas oportunidades sin parangón gracias a la intervención de la optoelectrónica, donde se fusionan la óptica, la electrónica y la informática. Esta nueva tecnología ha adquirido una clara superioridad técnica con respecto a las fuentes de luz clásicas. El led como base de una luminotecnia efectiva permite desarrollar conceptos para luminarias innovadoras. Se posibilitan nuevas herramientas a los diseñadores de iluminación, además de otorgarles mayor libertad en la implementación de un confort visual eficiente. Esto significa la mejora continuada en la eficiencia energética de las instalaciones de alumbrado utilizando led cada vez más eficientes y sistemas ópticos de mayor precisión que ofrecen una distribución luminosa optimizada. La optoelectrónica también ha facilitado la implantación de sistemas de control de la iluminación abriendo ampliamente el abanico de posibilidades al diseñador y provocando directamente un aumento en la flexibilidad de las instalaciones, así como en la facilidad de manejo.
Personajes relevantes con la aportación de nuevas ideas han permitido la evolución de la arquitectura. A su vez han surgido nuevas inquietudes que nos han sensibilizado sobre aspectos de la iluminación arquitectural en los que no se había reparado con anterioridad. Con el paso del tiempo hemos aprendido a sentir la luz como un ser vivo, aunque no tenga cuerpo físico. Al estudiar nuestra percepción sensorial hemos entendido como la luz puede manipular la apreciación de espacios y objetos. Esto nos ha llevado a desarrollar y catalogar nuevas técnicas de iluminación. La revolución tecnológica con la aparición de los sistemas de control y el led como fuente de luz nos proporciona excelentes herramientas para la implementación de los diferentes métodos de iluminación.
En la actualidad disponemos de extensos conocimientos y herramientas con las que elaborar un proyecto de iluminación. Aplicando el “know how” podemos convertir en realidad todas aquellas sensaciones que moran en la cabeza del diseñador. Cosa que provoca que la iluminación arquitectural haya adquirido un peso específico y se haya convertido en un elemento fundamental de la arquitectura.
Pablo López
Departamento de proyectos Erco iluminación S.A.
Imágenes cedidas por ERCO GmbH