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El mercado del led

El mercado del led, un crecimiento imparable

Led verde

Esta tecnología (Light-Emitting Diod) abre nuevas perspectivas y usos: su pequeño tamaño permite la integración en muchos productos cotidianos y su flexibilidad de colores permite crear, modificar y jugar con los ambientes y se ha convertido en una herramienta más para arquitectos, interioristas y decoradores.

Asimismo, su evolución técnica creciente permite niveles lumínicos cada vez más potentes y, en la actualidad se utilizan para iluminar grandes espacios (almacenes, estadios, zonas de aparcamientos…) con ahorros energéticos considerables.

Los datos y previsiones del mercado del led a nivel mundial se sitúan alrededor de 5 Md€ para el 2012. No obstante, los ratios de ventas se duplican cada dos años y se espera llegar a € 50 mil millones en 2015. Este veloz crecimiento ha convertido el mercado del led en un idea atractiva para las empresas que atrae nuevos actores.

Este movimiento podría permitir la desmonopolización de las grandes marcas mundiales de bombillas tradicionales y obligar a mayores exigencias cualitativas y tecnológicas, convirtiéndolo en un mercado altamente competitivo.

¿Qué implica la revolución del led?

En las últimas décadas, las viejas bombillas incandescentes han sido substituidas por lámparas fluo-compactas, pero esto no implicaba más que cambiar una bombilla por otra a un precio muy similar.

La tecnología led, en cambio, obliga a un cambio de mentalidad en todos los escalafones de la cadena de consumo

Respecto a los fabricantes: Conlleva a que los grandes fabricantes deban adecuarse a un nuevo producto que necesita continuas adaptaciones técnicas evolutivas. Por tanto, desaparecen los grandes stocks y obliga a la reactividad e innovación para cubrir las necesidades del mercado. Esto ha comportado la proliferación de nuevos fabricantes (challengers) que se posicionan en este nicho de mercado, gracias a su agilidad y reactividad frente a los retos tecnológicos y las necesidades de los consumidores.

Respecto a instaladores y distribuidores: Algunos instaladores se dieron cuenta que instalaban productos led que apenas duraban 6 meses cuando deben durar, en óptimas condiciones, una década. Esto es debido básicamente a un mal diseño del producto. En la actualidad la calidad esperada de la lámpara led solamente es alcanzable con un equipo especialista de I+D que garantice unos sistemas térmicos de alta disipación con electrónica resistente a altas temperaturas y diseños que sean capaces de obtener todo el rendimiento del chip led.

Asimismo, garantizar una buena instalación es fundamental para lograr llegar al equilibrio entre los distintos componentes de la lámpara led. Algunos de los productos desarrollados se convierten en soluciones duraderas en el tiempo y con rendimientos muy superiores a las antiguas tecnologías de fluorescencia o incandescencia pero, sin embargo, requieren técnicos especializados en su instalación.

Respecto al consumidor final (profesional o particular): el cambio de lámparas incandescentes o fluo-compactas a lámparas led, es comparable al de las cámaras fotográficas con películas film a las cámaras digitales con tarjetas SIM. Comporta un cambio de mentalidad. El consumidor debe empezar a considerar el cambio de lámparas como una inversión a largo plazo gracias al ahorro energético que conlleva.

¿Qué beneficios aporta la tecnología led?

A pesar de la reciente historia de la tecnología led el mercado sigue empujando a los departamentos I+D al desarrollo de nuevas soluciones técnicas para mejorar los rendimientos de las luminarias. En el apartado de sistemas térmicos el reto está en mejorar la velocidad con la que se enfría el led para que no se deteriore antes de tiempo. Algunas de las técnicas en desarrollo son la refrigeración por doble fase o el uso de membranas hechas con materiales nanotecnológicos.

En cuanto al apartado eléctrico es fundamental mejorar la señal que llega al led para alimentar todos los leds que conforman una bombilla con la misma intensidad y voltaje. Se trabaja en el desarrollo de fuentes de alta estabilidad capaces de funcionar a temperaturas entre -30ºC y 70ºC.

Por lo que se refiere al apartado óptico y del propio led se pretende mejorar su rendimiento actual (120 lm/W) y en la obtención de rendimientos de reflexión cercanos al 98% mediante reflectores de gran pureza (aluminio, plata, nano materiales…).